UNA
PIZZERIA DE COLEGIALES ELEGIDA COMO UNA DE LAS MEJORES DEL MUNDO
Que
la gastronomía argentina es una de las mejores del mundo, no se puede negar y en especial la pizza que ya se
puede considerar un arte culinario de
nuestra cocina.
Clarin
¿Cuántas
palabras como esta tienen el mismo significado en todo el mundo y en todos los
idiomas? Muy pocas. La pizza es ecuménica. Atraviesa
culturas, géneros y edades recibiendo siempre una sonrisa alegre y
amistosa. Parece casi imposible que una simple mezcla de harina, agua y
levadura pueda ser tan popular y querida.
El
éxito mundial de esta especialidad es fácil de explicar: es económica,
práctica, deliciosa y sencilla. Económica porque, aún con el agregado de
ingredientes costosos, sigue siendo un gasto posible. Práctica porque es fácil
de transportar y se puede consumir en cualquier lugar. Deliciosa porque la
combinación entre la acidez dulzona del tomate, la textura casi cremosa de la
mozzarella y los carbohidratos de la masa estimulan de manera irresistible las
papilas gustativas. Sencilla porque alcanzan pocas semanas de aprendizaje
para obtener buenos resultados en su elaboración.
Los
napolitanos están convencidos (de buena fe y con argumentos sólidos) de ser sus
inventores pero a diferencia de la pasta, cuyo origen es una disputa exclusiva
entre Italia y China sin terceros en discordia, en el caso de la pizza las
cosas son un poco más complicadas. Existen buenas pizzerías, pizzas y pizzeros
en Nápoles, Roma, Milán, Nueva York, Chicago, Londres, Paris, Tokio, Sidney,
San Pablo, Río de Janeiro y por supuesto en Buenos Aires. La ciudad del Vesubio
será, quizás, la estrella más luminosa pero no hay que subestimar otros lugares
que irradian luz propia.
La
historia de La sorellina
Carola y Victoria Santoro. Hermanas. Empresarias textiles convertidas en empresarias
gastronómicas. Todo nació a partir de la pasión por la pizza. Tan intensa
que las indujo a buscar sus mejores interpretaciones en el mundo.
Se
volvieron fans del estilo napolitano, fascinadas por los cuatrocientos
cincuenta grados de los hornos, alimentados a leña, que cocinan una pizza en
noventa segundos. Quedaron encantadas con su salsa de tomate, fresca y sin
cocción previa, con las combinaciones y el equilibrio entre masa e
ingredientes.
Qué
comer en La sorellina
La fainá,
de superficie crocante y corazón tierno, sale con virutas de queso parmesano y
pimentón.
La
pizza “baciata” (doblada al medio) encierra albóndigas tiernas en salsa de
extracto de tomate, ajo, cebolla, ají, crema, manteca, aceite de oliva y vodka.
La marinara expresa
su simpleza mediterránea combinando tomate, albahaca, orégano, escamas de ajo y
filetes de anchoas.
La
diavola (salsa de tomate, mozzarella fior di latte, salame pepperoni,
viruta de parmesano, albahaca y rodajas de jalapeño fresco) atrapa el
paladar.
Cierre dulce
con un tiramisú de dulzura gentil bien
interpretado.
Les agradezco su enorme
apoyo y además les informo para los amantes del deporte que he abierto otro
blog dedicado a este tema y al futbol en particular:
https://sensacionesfutbolymas.blogspot.com/
El link de este que están
leyendo:
https://valepiensayreflexiona.blogspot.com/
Mi dirección en Facebook
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