UNA TRAGEDIA QUE SIGUE CONMOVIENDO
Lo que ocurrió con el Titan, sigue dando que hablar y lejos de apagarse,
continua dando que hablar a todos los medios internacionales.
Ahora y quizá como punto final, surgieron indicios que los tripulantes
supieron por unos segundos que les iba a ocurrir y vieron venir la tragedia.
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“La implosión de submarino
Titán: una investigación afirma que los ocupantes "vieron llegar la muerte
Un científico español hizo una reconstrucción de lo que puede haber
ocurrido con el sumergible que iba a explorar el Titanic. Sus hallazgos.
Un minuto. Sesenta
segundos interminables sumergidos en las oscuras profundidades del océano
Atlántico, apretados unos contra otros contra el único ojo de buey, sin aliento
por la fuerza de la presión, antes de la implosión final.
Es una secuencia escalofriante,
como de película de terror, que surge de la reconstrucción de los últimos
momentos del sumergible Titán, realizada por el experto en submarinos
español José Luis Martín.
Las cinco
personas a bordo del Titán, que habían pagado 250.000 euros
cada una por participar en la expedición para explorar los restos del Titanic,
tuvieron exactamente "entre 48 y 70 segundos para darse cuenta de lo que
estaba ocurriendo", es decir, de que estaban a punto de morir, explicó el
experto citado por el portal digital Nius.
La
tragedia causó conmoción a fines de junio, cuando luego de una intensa búsqueda
de casi una semana se hallaron los restos del sumergible, que al parecer sufrió
una implosión cuyas
causas se están investigando.
La
reconstrucción realizada por Martín contradice informes anteriores,
según los cuales los pasajeros del minisubmarino no eran conscientes del final.
La
reconstrucción
El experto
especuló con la posibilidad de que el Titán perdiera estabilidad debido a una
falla eléctrica, que lo dejó sin propulsión, lo que provocó que se precipitara al fondo del mar "como una flecha,
en vertical", con el único ojo de buey apuntando hacia abajo y
las cinco personas amontonadas una encima de otra en la proa, en la estrecha
cabina.
Una progresión aterradora,
relatada por Martín, como un drama en directo: "El piloto (Stockton Rush,
director general de OceanGate) no consigue accionar la palanca de emergencia
para soltar los plomos y volver a la superficie".
"El
Titán cambia de posición y cae como una flecha en vertical porque
los 400 kilos de los pasajeros que estaban en la portilla desequilibran el
submarino. Así -dice la tesis sobre la dinámica del accidente- el minisubmarino
empieza a caer en picado hacia el fondo del mar y, con las funciones de control
y seguridad dañadas, ya no puede ser maniobrado".
Un último minuto de pesadilla para Hamis Harding,
Shahzada Dawood y su hijo adolescente Suleman -que, según su tía, estaba
aterrorizado por la expedición-, como así también para el explorador francés
Paul-Henri Nargeole y para Stockton Rush, director general de OceanGate, una
empresa que ya había tenido advertencias por
algunos desperfectos en la nave.
El
Titán se desplomó "en caída libre" durante unos 1.700 metros y
"sin ningún control", desde una profundidad de unos 1.000 metros
hasta los 1.500, cuando entonces "estalló como un globo" por la
catastrófica implosión, que causó la "muerte instantánea" de los
ocupantes.
"Estaban
aterrorizados, unos encima de otros, en total oscuridad", y para Martín
sólo cabe imaginar el horror y la agonía de los últimos instantes.
"En
ese breve espacio de tiempo, se dieron cuenta de todo. Y además en completa
oscuridad. Es difícil hacerse una idea de lo que vivieron en esos
momentos", señala.
Solo una reflexión:
Para estas personas que invirtieron tanto dinero en una expedición tan riesgosa y
que asumieron un riesgo calculado, debe ser terrible, saber que se va a morir,
con tanta precisión y no poder hacer nada mas que esperar el final.
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