UNA HISTORIA INQUIETANTE
Les dejo una nota que salió en un portal, para que mediten un poquito y se
queden un rato antes de dormir, pensando en cuanto hay de verdad en lo que
plantea.
A los que les gusten las historias de misterio, se las dejo para que se entretengan
y como siempre les digo saquen sus propias conclusiones.
“El mausoleo sin llave en un cementerio de Londres que ocultaría una
máquina del tiempo
La historia reúne a una millonaria, un
egiptólogo, un extraño inventor, un mausoleo que no se puede abrir desde hace
100 años y un misterio sin respuestas.
Existe
una leyenda que indica que en el Cementerio de Brompton, uno de los más
antiguos y grandes de Gran Bretaña, existe oculta una máquina del tiempo.
Este
cementerio abierto en 1840 tiene una superficie de dieciséis hectáreas y en él
hay 30.000
estatuas, lápidas y mausoleos. Entre ellos el del jefe sioux
Long Wolf, que luchó en la célebre batalla de Little Big Horn contra el general
Custer. Murió en Londres y fue enterrado en este cementerio hasta que lo
repatriaron para enterrarlo en tierra sagrada.
Brompton
es una galería a cielo abierto. Cientos de bóvedas son un himno a lo mejor de
la arquitectura. Pero hay
una bóveda que es distinta a todas.
El mausoleo muestra en sus
paredes inscripciones y jeroglíficos finamente grabados. ¿Pero quién mandó a
erigir esa bóveda tan costosa?.
La
viuda alegre
Se trataba
de Hannah Peters de Courtoy, una millonaria excéntrica que vivió en el 1800 y
fue millonaria tras un arduo trabajo que mezclaba intriga y sexo.
La mujer era
ama de llaves de John Courtoy, un multimillonario que al morir le heredó toda
su fortuna. ¿A su ama de llaves? Es que la mujer no trabajaba tanto en las
tareas de la casa como lo hacía en la cama de Courtoy.
La mujer
tuvo tres hijas pero nunca se conoció quién era el
padre de las pequeñas. Los conocidos aseguraron que eran producto de las largas sesiones de sexo que la mujer tuvo con el
septuagenario Courtoy.
A la muerte
del hombre, Hannah continuó sus maratones sexuales con
raros personajes. Entre ellos estaban Joseph Bonomi, un egiptólogo y arquitecto
que inició a la mujer en la cultura egipcia. Él hombre fue uno de los primeros
que logró descifrar alguno de los jeroglíficos grabados en el Valle de los Reyes donde estuvo con varias
expediciones entre 1820 y 1830.
A tanto
llegó la obsesión de la mujer con la egiptología que mandó a construir el
mausoleo, obra que quedó en manos de Alfred Warner, un científico muy extraño. El hombre era raro, pero
nunca se supo si era un genio o un charlatán.
Bonomi que
no dejaba de estudiar documentos del Antiguo Egipto se topó con unos papiros
donde se explicaba con riqueza de detalles como construir una
máquina que permitía los viajes por el tiempo.
Bonomi los compartió con Warner
ya que necesitaba de su inteligencia para construir la máquina.
Hannah mandó a construir el
mausoleo en el Cementerio de Brompton sin saber que los dos hombres instalaron
allí todo lo que necesitaban no solo para levantar el mausoleo sino también
para construir la máquina.
La
maldición cae sobre ellos
Y empezó a
caer sobre ellos una extraña maldición. En 1849 y en plena construcción del
mausoleo murió Hannah Courtoy en circunstancias misteriosas. Sus
restos fueron llevados a esa bóveda en construcción en el cementerio.
En 1853
hay otra muerte inesperada: la de Alfred Warner. Fue
enterrado de noche y se dice que fue asesinado por Bonomi, que tenía miedo que
el “genio loco” contara lo que estaban construyendo.
Lo
último que se escuchó decirle a sus amigos fue una frase enigmática: “la humanidad jamás me lo
perdonará”.
Fue
enterrado cerca del mausoleo, pero no en él.
Joseph
Bonomi murió en 1878. Tenía documentos escritos con jeroglíficos donde contaba
de la máquina del tiempo, pero ese material desapareció misteriosamente.
El
egiptólogo fue enterrado cerca del mausoleo Courtoy y su tumba tiene tallada
una inscripción dedicada a Anubis, la diosa egipcia que rige la vida después de
la muerte. Mirando
hacia al mausoleo.
El
mausoleo que no se abre desde hace 150 años
El mausoleo había sido terminado
en 1854 y desde ese momento habían sucedido muchas situaciones misteriosas.
El lugar
donde fue erigido dentro del cementerio era conocido por la aparición de
fantasmas y espectros. No se permitía construir nada allí pero Bonomi pagó varios sobornos y logró el permiso para
edificarlo.
En Brompton
descansan más de 200.000
personas, pero todas las miradas se posan en el mausoleo donde
yacen los restos de Hannah y dos de sus hijas. Elizabeth y Mary Ann, que
fallecieron solteras.
El cementerio
conserva los
planos de todas las tumbas, menos de esta. No hay ninguna
constancia del diseño de esta obra y no se puede entrar a él. Su llave se
perdió hace 100 años durante la
última visita de los parientes vivos de la familia
Courtoy.
Desde entonces nunca se ha abierto. Y no se puede hacer una
copia de la llave, ya que no hay descendientes Courtoy y las ordenanzas del
lugar impiden abrir una bóveda sin permiso de la familia.
Lo cierto es que muchos creen que allí dentro hay una máquina para viajar en
el tiempo.
El
escritor y músico Stephen Coates va más allá. Dice que el mausoleo es parte de
un sistema de cabinas de tele transporte que Warner y Bonomi construyeron en
diferentes monumentos de Londres para moverse por la ciudad, y que incluso
comunican con
un cementerio en París.
¿Se
sabrá alguna vez que hay dentro del mausoleo? Pocos lo creen. Nadie lo puede
abrir y los ingleses son amantes de las historias de misterio. Aunque duren
cientos de años..."
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