HERPES ZOSTER, MI EXPERIENCIA
Estos últimos días aparecieron en
muchos portales, noticias referidas a esta enfermedad que ataca
fundamentalmente a quienes en algún momento padecieron varicela.
Llevada a la jerga callejera es más conocida por culebrilla y el mito
popular siempre le atribuyo su curación a las curanderas, porque se se dijo que
la medicina no tenía remedio disponible y que una de las soluciones era ponerse
tinta china.
“Causa picazón, dolor y
hormigueo: herpes Zóster, la enfermedad que afecta a una de cada tres personas
El riesgo de
padecerlo aumenta a partir de los 40 años. ¿De qué se trata y cómo
contrarrestarlo?
El herpes Zóster, también conocido como culebrilla, es la enfermedad causada por la reactivación del Virus Varicela Zóster (VVZ). Luego de que una persona contrae varicela, el germen entra en un período de inactividad y se localiza en las raíces nerviosas, por lo general, sin causar síntomas hasta su resurgimiento.
Aproximadamente, el 90% de la población adulta de la Argentina ha padecido varicela en algún momento de su vida. Lo que muchos desconocen es que el virus causante, VVZ, puede reactivarse causando esta dolorosa enfermedad.
Generalmente los primeros síntomas del herpes Zóster son picazon, dolor, hormigueo y sensacion molesta o sensibilidad al tacto en el torax, el abdomen o el rostro. Tras los primeros dias, comienza la fase aguda en la que aparece la eruocion cutanea, con ampollas en las zonas afectadas, acompañadas de un intenso dolor. Al cabo de unos 10 dias, las vesiculas se convierten en costras que, normalmente duran entre 2 y 4 semanas.
Se estima que aproximadamente 1 de cada 3 personas puede desarrollar este padecimiento a lo largo de su vida. Asimismo, el riesgo de padecer la enfermedad aumenta aún más a partir de los 40 y 50 años y continúa incrementándose cada año”.
Quiero comentar que
me ocurrió a mi hace un par de años, cuando un día me levante y mi señora me
pregunto quién me había arañado (justamente la foto que ilustra la nota, fue lo
que me apareció en mi espalda) y luego de un par de días sin que hubiera mejoría,
opte por ir al médico.
Al comentarle por
que iba y al verme, esbozó una sonrisa y su diagnóstico fue que tenía
culebrilla, lo cual me sorprendió, ya que no me lo imaginaba y al preguntarme
si tenía alguna molestia o picazón, mi respuesta fue negativa, al averiguar qué riesgo había y a pesar que por lo que se
puede leer más arriba, me comento que si se trataba a tiempo no existía peligro
alguno.
Me receto Agua Blanca,
que es un medicamento que debía diluir en agua y pasármelo 3 veces por día
mediante un algodón, a los dos días comenzó a menguar la infección en mi
espalda y al cabo de una semana había desaparecido , al regresar al médico me
dio de alta y de allí en más nunca volvió a aparecer.
La conclusión es la
de siempre, el medico es quien debe diagnosticar y nunca auto medicarse, ya que
la mayoría de las veces no conduce a nada, pero lo que si espero que mi experiencia
les sirva y que cuando hay algo en nuestro cuerpo que nos avisa que algo no funciona, concurran a quienes nos pueden ayudar.
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