MANU
GINOBILI UN GRANDE DE VERDAD
En mi nota referida a los
grandes del deporte argentino, hubo una omisión que me hicieron notar y que quiero enmendar refiriéndome a esta figura
que traspasó nuestras fronteras, enalteció al básquet en todos los lugares en
donde le toco competir, manteniendo siempre una conducta intachable tanto en su
vida personal como profesional.
El solo hablar de sus
logros ya lo colocan el Olimpo: Dos copas de Italia, una Liga italiana y una
Eurocopa, con el Kinder Bolonia, Cuatro campeonatos de la NBA con San Antonio
Spurs y los que obtuvo con la Selección Nacional: Medallas de Oro: Campeonato
de las Américas 2002 y 2011, Juegos Olímpicos Atenas 2004 y FiBA Diamond Ball
2008.
Ya con esto, podríamos cerrar su historia, pues es
impresionante el palmarés del bahiense, pero es solo parte de una carrera
impecable, sin un solo hecho que la empañe, además el hecho que haya ingresado
en el salón de la Fama de la NBA, sirvió para obtener el legítimo
reconocimiento de sus pares.
“Tiene la
dicha de ser especial, y no solamente por sus logros deportivos. Quizá, su
secreto tenga que ver con su persona, más bien con su personalidad.
Por eso, el
caso de Emanuel Ginóbili es singular. Nacido en la capital del básquet
argentino, Bahía Blanca, siempre supo que para llegar a ser jugador, tenía que
esforzarse.
Muchos le
veían condiciones, pero nadie imaginó que en pocos años cruzaría el charco para
consagrarse en un grande de Europa.
A partir de
allí, Manu le demostró al mundo que los talentosos no siempre son egoístas.
Cuando todos esperaban que exija su papel de estrella en los Spurs, Manu aceptó
ser suplente para que su equipo sea mejor. Esa decisión altruista y poco
valorada en ese momento, marcó un antes y un después en la liga donde los
flashes ponderan el talento individual sobre el sacrificio colectivo.
Esa mentalidad
ganadora le permitió a San Antonio construir una dinastía alrededor de
Ginóbili, Tony Parker y el mismo Duncan. Entre los tres, ganaron cuatro anillos
de campeón y lograron récords de todo tipo. Pero hay uno de esos hitos que
refleja la esencia de Manu: hasta el día de hoy, es el jugador con mejor
porcentaje de victorias en toda la historia de la fase regular de la NBA.
Sin embargo,
su ingreso al Salón de la Fama no se explica solamente por lo que dice una hoja
estadística o un palmarés de premios personales, sino por lo que realmente
significaron para una era o un deporte. Su legado le abrió las puertas de la
NBA a los jugadores latinoamericanos y también a los europeos, trascendiendo
generaciones.”
Se podría escribir
mucho mas, pero lo que no hay duda es que todo lo que ha dejado es un ejemplo
por seguir y todos los jugadores del baloncesto se miran en este espejo para
intentar su superación y obtener una
parte de los logros obtenidos por este grande del deporte mundial.
Bravo!!! Muy buena nota! Sin duda Manu es un grande
ResponderBorrargracias
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